Forbes 61 / Marzo 2019
Elegir es el verbo. Aunque todo depende de quién lo conjugue primero. ¿Te gustaría elegir la empresa en la que trabajar? Desde luego, y a quién no. Muchos emprenden solo para tener la oportunidad de elegir. Y otros estudian oposiciones durante años para asegurarse trabajos fijos. También los hay que no quieren atarse a una empresa de por vida, porque a la vida le piden más cosas.
Es probable que la necesidad de elegir empiece mucho antes. Nadie se acuerda ya, o casi nadie, del trabajo forzado (esa expresión que en plural rememora tiempos de esclavitud)… El trabajo no elegido debe ser del que hablaban las escrituras bíblicas.
Tengo la suerte de levantarme cada día con ganas de trabajar. Mi trabajo es comunicar, escribir o editar. Los problemas de mi oficio, que son muchos, los enfrento con la alegría de quien ha elegido personalmente el camino a recorrer. Y me siento afortunado por ello. Tener vocación te marca algunas pautas, te facilita la ruta a seguir… Pero también, si tu vocación es fuerte y los tiempos duros, te complica la existencia cuando el mercado se debilita.
Las 50 mejores empresas para trabajar, elegidas por Forbes en una encuesta elaborada por Sigma Dos, con la participación de más de 8.000 empleados, es todo un comienzo. ¿Qué quiere decir que tus trabajadores te elijan como una buena empresa para trabajar? ¿Significa que debes despreocuparte? ¿O más bien que en tu empresa se preocupan de sus empleados y los consideran un valor fundamental de su activo?
No hace mucho que las empresas se preocupan por cuidar a sus trabajadores. Lo hacen desde que se dieron cuenta de que el beneficio no es el único baremo. Si aceptas un consejo, creo que el trabajo es una herramienta para construir tu vida y que si la construyes en función de las oportunidades del mercado laboral, puede que un día te preguntes para qué. Las mejores empresas para trabajar pueden ser las mejores, pero debes estar plenamente convencido de si te sirven, si son buenas compañeras en tu rumbo de navegación, que, por otro lado, puede ser a vela, a motor, en el lago Ginebra, en el Mar Menor o en un viaje transoceánico… O puede que, a lo largo de tu vida, sean todos a la vez. Porque una empresa es una aventura, y la mejor aventura para trabajar eres tú mismo.