Diálogo de besugos imaginario entre un viejo periodista y una influencer:
El director del medio: «¡Hombre! Vosotros periodistas no sois». La influencer: «Claro que no. Nosotros creamos contenido».
El director: «Solo si os pagan las marcas». La aludida: «Claro, facturamos más que muchos medios de esos que lee mi padre».
El viejo director: «Ya, pero no se sabe lo que es pagado y lo que no». La aludida (que no se siente aludida): «No importa eso. Importan los likes. Dame tu cuenta de TikTok y te sigo, anda, que me caes bien a pesar de todo». El licenciado en Periodismo: «Yo no tengo cuenta en TikTok».
La influencer: «Creo que lo de irse a vivir a Andorra se está poniendo chungo». El director: «Nosotros tuvimos una edición en Andorra en catalán».
La creadora de contenido: «¿Tienes crew de vídeo?”. El director: «Las redes me las lleva márketing. Eso es cosa del equipo comercial». La chica: «¿Cuánto te sacas al mes? Este año vamos fuerte». El periodista: “Llevo más de veinte años en el diario. Tengo una buena nómina. Pero el periódico lo está pasando mal». El novio de la influencer (que además es su representante): “¿Cómo gestionáis el crew?”. El director del medio nacional (y tertuliano además en una televisión privada): «Ahora mismo estamos con recortes. Tenemos un máster, pero los chavales no vienen con ganas». La famosa de YouTube: «Mi equipo son mis amigas del insti. Y alguna follower que mola y me hace stories desde su casa. Le mando unas cremas y parte de lo que no vendo en el Vinted».
El periodista: «Lo que me jode es acabar mi carrera sin el Ortega y Gasset de Periodismo. Pero en fin, solo me quedan dos años para pre- jubilarme y si estiro un poco me quedo de columnista y a Menorca». La creadora de contenido: «Este año me llevo el premio Forbes Best Content Creators 2025 y voy a subir las tarifas. Las marcas van a matarse por querer currar conmigo. Al final, ya verás como tengo que pillar más equipo».
El director editor de Forbes: «Os invito a cenar en Forbes House».