TUS SOBRAS

Tapas 98

Lo que a ti se te cae, a otro le falta. Cada noche, en el Barrio de Salamanca, las veinte calles más pijas de Madrid, hombres y mujeres como tú y como yo esperan la hora exacta, la del cierre del Mercadona, del Carrefour o del Eroski, para rebuscar en sus basuras. El tesoro: productos caducados, con el embalaje deteriorado o fruta golpeada. Se nos olvidó que éramos animales, más o menos civilizados, pero animales al fi n y al cabo.

Los que buscan, han desarrollado un nivel de protección de su dignidad que no les impide alimentarse de las sobras. Los dependientes miran hacia otro lado porque, si no, no podrían hacer su trabajo. Los vecinos disimulan como si se tratase de un accidente, de algo que pasará, pero que no puede afectar a su estatus. La policía intentará esquivarlo porque no se trata de un delito, sino de una desgracia, de una pena. La sociedad de la opulencia es despiadada.

Hay que hacer un verdadero esfuerzo para que no se te endurezca el corazón con los años, como ese queso que si lo dejas fuera de la nevera se queda como una piedra. ¡Ten cuidado!

Esta es una revista que nació para contar como somos a través de lo que comemos y lo que bebemos. Tú y yo, también somos esos que rebuscan. Quizá un día estemos con ellos. Sepamos sus nombres.

Me acuerdo de ellos cuando me sobra comida en el plato. ¡Comes con los ojos!, me decían de chico. Para ellos, que no leerán esta carta, está escrita con cariño y solidaridad.

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