Tapas 71 / Febrero 2022
La vida se abre camino y es buen momento para detenerse a pensar y mejorar la experiencia. Propongo un menú de 22 ideas para un debate degustación:
1.- Recuperemos el usted, proporciona distancia y respeto. El ¡Hola chicos! es muy vulgar. Educar a los camareros en el respeto al comensal es la primera señal de cariño al cliente.
2.- Imprimid las cartas. Nada menos gastronómico que un código QR.
3.- Utilicemos diseñadores e impresores para diseñar las cartas. Si estamos preocupados de cómo será la vajilla, no puede ser que dejemos el diseño de los menús abandonados.
4.- Bajad la música, no estamos en Bershka. Comer bajo un ritmo ma- chacón que no se detiene es muy, muy estresante.
5.- Conviene evitar la presión al comensal; hay locales en los que se nota
demasiado que quieren que te vayas, que quieren doblar mesas.
6.- No hace falta explicar los platos mucho. No se es mejor restaurante por contar hasta el último condimento.
7.- Antes de abrir un restaurante pensemos todo tres veces. Una cosa es que toda la ciudad venga a probar la novedad y otra que repitan.
8.- ¿Por qué en los restaurantes de alta cocina cuando acaba la tanda de salados o la de postres no se le pregunta al cliente si le gustaría repetir algún plato?
9.- Dejar a la gente con ganas está bien porque crea el deseo de volver.
He sufrido en restaurantes donde he comido más cantidad o más platos de los que hubiera pedido. Sólo se beneficia el laboratorio que vende Alka-Seltzer.
10.- Los chefs no pueden estar siempre en el restaurante. Y cuando no están, el comensal piensa que la experiencia no ha valido la pena. Construir la figura del anfitrión ayudará a que el cliente se sien- ta querido cuando el cocinero no esté.
11.- La principal misión del sommelier no es tirarse el pisto sobre lo que sabe, sino hacer que el comensal disfrute del vino y aprenda, sin gastarse más
de lo que lleva en mente. ¿Cómo saber cuánto se quiere gastar si está en una cita de trabajo, romántica o con un desconocido? La respuesta es empatía. Empatía vitivinícola, una nueva disciplina.
12.- El auge y caída del delivery necesita encontrar un término medio. No abandonemos la experiencia en casa.
13.- Me gusta que me ofrezcan agua del grifo. Me parece elegante. En Nueva York organizaron una campaña en la que se pagaba para fines benéficos un euro por una botella de agua del grifo. La cantidad recaudada inundó la ciudad.
14.- Que se ofrezca el agua embotellada en todos los tamaños. Nada más triste que sentir que tienes que pedir cuatro botellas de 25 cl para hidratarse.
15.- Comer en la barra es una experiencia distinta. ¿Por qué no ofrecer un menú diferente que en mesa?
16.- ¿Qué te parecería rellenar una encuesta de satisfacción al terminar de comer? O un menú de sugerencias. Nos llevaríamos sorpresas.
17.- Si los restaurantes gestionan los datos de los clientes pueden invitar a los mejores a probar sus nuevas cartas. Eso generaría un boca a boca imparable.
18.- Abrid las cocinas. “¿Le gustaría ver la cocina?”. Es una señal de transparencia y hospitalidad.
19.- A mí me gustaría que el chef al salir a saludar me recomendase algún sitio que le ha gustado mucho. “Si quiere le podemos nosotros hacer la reserva”.
20.- Pedir factura es un engorro para el comensal, depende de con quién coma hasta puede ser incómodo. Propongo que el restaurante se ocupe de llamar al día siguiente y facilitar el papeleo.
21.- Aparcacoches de nuevo, llamada de taxis o variantes.
22.- Los restaurantes tienen que tener periódicos de papel. Los cuatro primeros. Nada del diario de la ideología del dueño. Nada más placentero que leer a Raúl Del Pozo mientras se espera a que vengan el resto de comensales.