Tapas 40 / Febrero 2019
¿Qué tiene el vino que embriaga las vanidades? En aquellos tiempos en que los ladrillos se confundían con lingotes -como el ladrillo de oro que puso Felipe II en el Monasterio de El Escorial para decirle al mundo que aún le sobraba pasta- los constructores compraron bodegas, para brindar durante sus comidas. «Te mando una cajita del vino que hago en mi bodega. ( … ) Si quieres, te guardo una barrica y te voy embotellando a medida que te lo bebas.( … ) No hay otro igual».
Renzo Rosso tiene apellido de vino pero no hizo su fortuna como bodeguero, sino por maltratador de jeans. Y los jeans le dieron fama y fortuna. Y la fama y la fortuna le hicieron bodeguero (y aceitero también).
¿Qué tiene el vino que es protagonista de milagros en bodas bíblicas, sirve para bendecir liturgias y hace chic al empresario? Si se animan los lectores, les dejo tres lecturas para empaparse antes de descorchar. Wine Grapes, de Jancis Robinson con JuliaHarding y José Vouillamoz, un vademecum ( en inglés) del planeta vino firmado por una de las críticas más famosas del mundo, la del Financia! Times. Más ibérico, pero solvente la Enciclopedia Salvat del Vino y la recién publicada por Ferran Adria y su equipo, Vinos, Contextualización y Viticultura dentro del amplio espectro de La Bullipedia. El temario es inabarcable tan solo con estos tres títulos, pero le dará al lector un brochazo de la bebida sin la que no se puede comprender ninguna de nuestras civilizaciones.
Al lado de estos libros, en mi biblioteca, luce hoy la biografía de Renzo Rosso, Be Stupid, que aparece en la cover de Tapas como bodeguero punk. Es un librito de autoayuda que quiere que pensemos sin miedo, que lo intentemos de manera diferente a como todo el mundo lo hace, y que si fallamos, si nos damos un batacazo, brindemos para celebrar la vida. Yo no me atrevo a llevarle la contraria y por eso me fui a conocerle un día de enero a Venecia y bebimos juntos
