EBay, el gran salón de la fama del consumo popular dicta sentencia. Obegränsad, así se llamó el tocadiscos de Ikea, puede comprarse alrededor de 200 euros de segunda mano. Dos años después de su comercialización el mercado de usados mantiene su precio para coleccionistas. Ikea ya no lo vende. ¿Es ya un icono del diseño doméstico? No conviene exagerar, pero suenan algunas campanas.
El giradiscos fue editado -sí, los muebles se editan como los libros por muy raro que suene- por la multinacional sueca en 2022. Las tiendas de Urban Outfitters, buen termómetro de lo popular, hacía tiempo que vendían tocadiscos portátiles baratos marca Crosley, por ejemplo, y sus estantes de vinilos reeditados a precios caros, cada vez ocupaban más y más espacio en la primera planta.
Ikea se apuntó a la tendencia y encargó a sus diseñadores un tocadiscos portátil para coronar con una guinda la resurrección del vinilo. La iniciativa responde a la necesidad de los suecos de conectar constantemente con nuevas generaciones, con nuevos clientes. La red, que una vez fue red de redes, está repleta de «unboxing» (opiniones de usuarios que se graban en vídeo abriendo el producto). El lanzamiento consiguió su objetivo: que internet se hablara de Ikea como una compañía que, a pesar de ser mastodóntica, olfateaba la calle. El trío de pinchadiscos Swedish House Mafia, que han estado en Ibiza seis semanas como residentes en Usüahia, apadrinaron el proyecto. ¿Necesitaba Ikea alguien con autoridad para justificar su entrada en el mundo del sonido y de la cultura? ¿Qué ha pasado dos años después con aquel pequeño giradiscos de nombre impronunciable?
Es frecuente que las grandes marcas, de Ikea a Chanel, pasando por la exquisita Hermes, sorprendan con pequeñas piezas que los clientes habituales no esperan. Tras el primer efecto sorpresa se esconde la estrategia de hacer la marca más accesible. Chanel fabricó tablas de surf y un balón de baloncesto negro con rayas plateadas, que a mí me daba pena botar y que se muere de risa en mi garaje, y también comercializó una petanca, que, a mí, aficionado a eso de alcanzar la bolita roja con otra más grande de metal, me daba pavor que perdiesen su brillo. ¿Dónde andan? En el salón como pisapapeles.
Ikea suele explicarse con tres palabras: diseño, sencillez y funcionalidad, pero yo añadiría una más que para mí explica el éxito de la compañía: embalaje. Su afición por inculcarnos la lengua sueca, la traducción de Obegränsad en español sería «Irrestricto» (para la RAE, sin ningún límite, ilimitado), vendía, como curiosidad su reproductor sin el enchufe, pero si con los cables de conexión a sus altavoces Eneby, su primera incursión en el sonido Bluetooth.
El departamento de nomenclatura de Ikea está pidiendo a gritos una película. Ahí lo dejo.
«Un cuadrado mezclado con un círculo. Dos de las formas más icónicas. En toda la colección solo hemos trabajado con esas dos formas», explicó el diseñador Friso Wiersma en el momento de su lanzamiento. Y lo cierto es que estaba bien diseñado, era pintón, te llenaba el salón. Se trataba de un reproductor bonito, para aficionados, claro, un tocadiscos que decoraba y también sonaba. Para un aficionado al diseño las formas del giradiscos y de su altavoz recordaban no mucho, sino muchísimo, a la reconocida obra del gran Dieter Rams para Braun. Todas las empresas del mundo han copiado, o se han inspirado, en el diseño de Rams que de vez en cuando aparece anunciando alguna de las estanterías de Vitsoe. Basta repasar el porfolio de Apple con Steve Jobs vivo y los trabajos posteriores de sir Jonathan Ive. A propósito de Rams, la editorial Phaidon publica la enésima antología de su trabajo Dieter Rams: The Complete Works (50 euros) en lo que promete ser el resumen definitivo. Si a partir de ahora en las revistas y los dominicales se encuentran porfolios del trabajo de Rams y elegías a su obra es Phaidon promocionando su libro. Rams, a sus 92 años, no suele conceder entrevistas, aunque no ha renegado nunca de su trabajo, pasa de homenajes y otras garambainas.
Charlottey Peter Fiell son los autores del libro Diseño Escandinavo (Taschen, 25 euros), un ensayo gráfico que acota el universo de productos que van de la utilidad artística (Brukskunst) al bienestar doméstico (Hygge). A nuestros ojos todo solemos agruparlo bajo la etiqueta «diseño sueco», pero si hacemos zoom los daneses son más como nosotros, los españoles del norte, mientras que los finlandeses son más del este, en medio estarían los suecos, como las melodías de ABBA o los riffs acaramelados de los heavies Europe.
Aún circulan por YouTube los vídeos de unboxing (desembalaje) del tocadiscos Ikea y todos tienen algo en común, la excitación del videógrafo por abrir algo inesperado, una tocata diseñado por una firma de muebles de reconocido diseño con embalaje excepcional. Lo más llamativo: ¡qué se vendía con una aguja fabricada por Audio Technica! -los verdaderos aficionados saben que la calidad de un reproductor de vinilos está en un 90% en la aguja que uno use- y en segundo lugar que no incluía el enchufe para conectarlo a la red. ¡Increíble! Había que comprar un enchufe aparte para conectar el Obegränsad. Algunos detalles más, el tocadiscos no tenía tapa. El eslogan publicado en 2022 cuando el tocadiscos se presentó en sociedad en el Salone del Mobile de Milán intuyo que será utilizado en muchas más ocasiones: In Vinyl We Trust (Creemos en el Vinilo), en un guiño al In God We Trust que aparece impreso en los billetes de dólar norteamericanos.
¿Es momento de comprar uno para tu colección de viejos cacharros? ¿Subirá pronto de precio? ¿Puedes ponerlo en el salón de casa cerca de la Olivetti Valentina y tu vieja Leica M sin desentonar? Creo que aún falta un poco para eso, y también algún que otro recopilatorio sobre diseño que lo incluya al lado de las gafas Moscot o las Rayban de pera que usa Joe Biden, pero claro… entonces habrá subido de precio.
Lo que no puedes hacer es presumir de que tienes tocadiscos en casa y que eres amante del vinilo solo porque compraste en la Fnac algunas reediciones de la Chess o la Blue Note. Si necesitas decorar rápido el piso compartido o en tu último cumpleaños te ha caído un vinilo de regalo y no tienes como hacerlo girar, en vez de comprar un giradiscos nuevo, puede ser divertido buscar en eBay, si realmente estás convencido de que el sonido del vinilo es más cálido y mejor, gástate los ahorros en un Technics 1200 de tracción directa, no perderás la pasta y es para toda la vida.