Guía Tapas / 2019
Yo sí. Tengo más hambre que un vegano en Á vila. Que un piojo en una peluca. Mucho más que un piojo en la cabeza de un peluche. Más hambre que un maestro de escuela pública. Tengo más hambre que Victoria Beckham. Más que Scooby Doo en ayunas. Tengo más hambre que el perro del Chocapic. Que el perro de un perroflauta. Más hambre que el perro de un afilador, que se comía las chispas por probar algo caliente. Que el oso hormiguero de la Pantera Rosa. Tengo más hambre que Falete en un Naturhouse. Que Tom Hanks en Náufrago. Que un león de circo, que un caracol en un espejo. Más gusa que los dueños de un Blockbuster. Más apetito que El Coyote de El Correcaminos. Que un caníbal en Cuaresma. Me rugen las tripas …
¿Hace cuánto que no tienes hambre? Hambre física, ese cosquilleo que te pone de mala leche, de me comería un camión de cuatro ejes, me comería a un tío vivo (no un tiovivo) por los pies. Me comería tus harapos aunque me diese un cólico de trapos.
Cuando te quites las ansias, amigo y amiga Carpanta, TAPAS te dice dónde comer y beber bien este año. Y luego… una buena siesta.