Forbes 48 / Noviembre 2017
a lista de los hombres y mujeres más ricos de España es como la gala de la entrega de los Oscar. Desde 1986 Forbes extiende la alfombra roja para hacer desfilar a los empresarios y las fortunas más importantes del país. No es lo único que hacemos en el año, claro que no. Somos una revista famosa por sus listas, mis favoritas: los muertos más rentables o los personajes de cómics que más facturan. Hace unos días, en la entrega de premios Los Leones de El Español, Florentino Pérez presumía de que el Real Madrid era el equipo de fútbol más valioso según Forbes. Ese es nuestro valor, nuestro valor de marca.
La lista de los millonarios es la más conocida. De ahí el estereotipo que pende sobre Forbes, que hablamos solo sobre riqueza. Nada más lejos. Escribimos sobre negocios y sobre los hombres y mujeres que los sueñan.
Como cada año, lo mismo que Manuel Vicent y mi tocayo El Roto publican su manifiesto antitaurino (yo soy taurino ferviente de callejón), previo a las fiestas de San Isidro, escribo este editorial en el número de los más ricos. Mi argumento es y será el mismo hasta que considere que los prejuicios se han esfumado. Mi argumentación es contundente: la lista de los hombres y mujeres más ricos de España sería vista de otra manera si la titulase ‘lista de los grandes empleadores’ de este país. Porque de eso se trata.
Es razonable pensar que todos los empresarios –y deben hacerlo en condiciones tales, que su esfuerzo y capital sirvan para mejorar la vida de sus trabajadores– invierten la mayor parte de sus beneficios en crear nuevas empresas, en poner en marcha nuevos sueños, en generar más empleo y que éste sea de calidad. Para Forbes y para su editor en España, un empresario es un soñador que cree haber dado con la idea mágica, y piensa que la sacará adelante y que además, tendrá un beneficio por ello.
Es cierto también que en los últimos años la acuciante crisis económica ha polarizado de manera injusta la riqueza y que, aunque nos estamos recuperando, somos un país de ricos más ricos y pobres más pobres. A nadie le gusta esta desigualdad, y a Forbes menos.
Celebro pues desde aquí el esfuerzo común de empresarios y trabajadores en una nueva lista que agrupa 158.750 millones de euros y muchos más sueños.