Forbes 2 / Abril 2013
Siempre me gustó vender. No puedes venderle nada a nadie si no te escucha antes. Si eres capaz de colocar un mensaje es probable que vendas algo. Y como la comunicación es un don, la venta también lo es. Como periodista, vendo historias. Como empresario, vendo comunicación. Cuando las junto, soy algo parecido a un editor. Si nadie me las compra, lo intento otra vez.
Llevo dos meses de micro en micro, inmerso en el fascinante mundo de la promoción que conozco bien desde mis tiempos de cronista musical. Doy la charleta por ‘Forbes’ y lo paso en grande.
Con todo el respeto, muchas preguntas dieron vueltas a lo mismo. Hubo malentendidos, como pensar que ‘Forbes’ es una revista para ricos tan sólo porque sus listas de milmillonarios dan la vuelta al mundo. Mis respuestas también fueron redundantes. «Nunca hemos sido tan conscientes de cómo la economía global afecta a nuestra vida … y a nuestro voto» -lo del voto hacía subir las cejas-. «Confundimos la crisis del papel con la reconversión industrial de la empresa periodística. El papel es un soporte, no tiene culpa de nada. Son las empresas las que tenemos que cambiar».
Pasar de entrevistador a entrevistado te enseña muchas cosas. O tú mismo te has hecho las preguntas antes o si balbuceas no venderás un lápiz. Y ojo con creerte el personaje. Aunque el mismísimo ‘The New York Times’, a través del ‘International Herald Tribune’, te cite en una portada. Como confundas tu papel de vendedor con lo que vendes, la cagaste, muchacho.
Y en este marasmo de fotografías y autopromos andaba cuando un compañero del diario ‘El Correo’ me preguntó: «¿Cuánta pasta vas a ganar con esta revista?» ¡Glup! Sudor frío. Ésta es una revista sobre la aventura de hacer negocios, me dije. Escruté las posibilidades de meterle un gol entre las piernas, pero sentí que me recogería el guante, así que le dije la verdad: «Espero que pueda ganar algo. O mejor dicho, espero dejar
de palmar pasta cuanto antes. Porque en cuanto tenga la revista en números negros, significará que tengo más tiempo para hacer periodismo y buscar nuestro rumbo». No sé si coló, pero aunque el artículo fue el mejor de la ‘tournée’, pasó de mi respuesta.