Desde que en enero de 2016 el viejo Land Rover Defender dejara de fabricarse, la fiebre por el icónico cuatro por cuatro de caja de hierro, no ha hecho más que ascender. ¿Por qué? Porque el viejo modelo Defender es, de lejos, el coche más sexy del mundo. Tiene competidores, claro, pero nadie le quita el puesto. ¿Puede a un coche atribuírsele un adjetivo así? Desde luego. Millones de personas en el mundo están de acuerdo. Curiosamente casi todos hombres.
Con el cierre de la fábrica de Solihull, a media hora conduciendo un Defender de Birmingham, tras 68 años de producción y más de dos millones de unidades vendidas (2.016.933), la leyenda comenzó a caminar. La Land Rover presentó su modelo Defender (aquí fabricando de 1958 a 1994 bajo licencia por Santana en Linares como había hecho con Minerva en Bélgica y Tempo en Alemania) en el salón de Ámsterdam de 1948 y entonces su precio era de 450 libras, nadie imaginó que un automóvil diseñado para las labores duras del campo, para poder moverse por los caminos embarrados de la campiña inglesa fuese hoy el más deseado por el pijerío internacional.
La decisión de abandonar la producción del viejo Defender la tomó el empresario Ratan Tata (85 años), casi un cuarto de siglo después de comprarle la Jaguar Land Rover Company a la americana Ford por 2.300 millones de dólares. La compra fue interpretada como una «venganza mercantil» de la vieja colonia India que se hacía así en su portafolio industrial con uno de los iconos del Imperio británico. Basta una revisión de The Crown para ver la incalculable campaña que la reina Isabel de Inglaterra le hacía cada año a la marca, conduciendo su Defender por sus tierras en Balmoral. La decisión de parar la fabricación estuvo motivada por la ausencia de beneficios y un futuro de legislación restrictiva a los gases contaminantes, y la electrificación como tendencia. La fábrica fue desmantelada y no fue hasta tres años después cuando Land Rover se animó a comercializar el nuevo Defender, que también se está vendiendo bien, ya con todas las normativas futuras… pero poco sexapil. La leyenda del Land Rover Defender había metido la primera marcha.
El último modelo en salir de fábrica fue el Defender 90 Heritage Soft Top que ni siquiera se puso al a venta y que ha quedado reservado para el Museo Jaguar Land Rover. Del modelo Heritage se fabricó una serie limitada de 400 coches, con ese color verde hospital (Grasmere verde metálico) y el techo blanco (Alaska blanco) que tanto se cotiza hoy. Los afortunados que posean uno verán, si lo cuidan, que su coche sube regularmente de precio. ¡Ojo, atentos a las imitaciones que el mercado está lleno de buscavidas que con una mano de pintura intentan colocarte gato por liebre! La fábrica de Solihull fue desmantelada y no fue hasta tres años después cuando Land Rover se animó a comercializar el nuevo Defender, que también se está vendiendo bien, ya con todas las normativas futuras… pero con poco sexapil.
Toda una industria paralela de restauradores ha surgido en estos años. Es fácil encontrar en Instagram empresas especializadas en la reconstrucción y venta directa de modelos. Para un no iniciado aconsejo dos maneras de hacerse con un viejo Defender. Buscando en el mercado alguno en buen estado y respetar su configuración -el 90, tres puertas, apodado el corto, es sin discusión alguna el más deseado, pero también el más incómodo; o el 110, el largo, que tiene cinco puertas y permite colocar en el maletero asientos a los lados, y es más práctico- o bien sacar la cartera para hacerse uno a medida. El precio de las personalizaciones puede llegar hasta el infinito, pero prepare el incauto al menos 100.000 euros. La alta demanda en el mercado norteamericano del Defender ha disparado los precios y se están vendiendo muchos coches en Europa que cruzan el Atlántico para rodar por las calles de Manhattan el domingo por la mañana y aparcarlos enfrente de Cipriani Dowtown. Antes los pijos yanquis compraban un Porsche Targa, ahora un Defender.
Twisted (@twisted_northamerica) es una de las muchas empresas de referencia en personalización, aunque uno de sus eslóganes a mí me parece más que arrogante: «hemos mejorado el original». Im-po-si-ble. Hay muchas más: Retrodefenders (@retro_defenders), Himalaya (@drivehimalaya), la norteamericana Arnonik (@arkonik), la portuguesa Cool’n’Vintage (@coolnvintage) de Ricardo Pessoa, hasta los que rizando el rizo deciden electrificar el modelo como Everrati Automatice, que ya lo había hecho para el Porsche 911.
Para los que ya conducen uno o varios -como Jaime de Andrés, director de comunicación de Vodafone, y tantos otros-; para los que aspiran a hacerse con uno, o simplemente, para los que se conforman con tener una miniatura en la estantería, la bibliografía es enorme, proporcional al mito. Aquí os dejo algunas recomendaciones de mi biblioteca personal: sobre la cultura que mitifica el todo camino Off The Road (Gestalten) y The Outsiders. New Outdoor Creativity (Gestalten); sobre mitología del Defender el libro Icon, The Official Story of The Series Land Rover and Defender, ya en su segunda edición, editado por la propia casa Land Rover le pone cara y ojos a los propietarios, a los restauradores y a los coleccionistas, en una exquisita edición con portada en quinta tinta; en formato revistas la producción es ingente y continúa: desde Defender Workshop para los propietarios que quieren ocuparse del mantenimiento hasta la reciente Off-Road Legends,editada por la editorial inglesa Classic Sports Cart. Recomiendo también la edición Heritage del Defender para Lego Icons (239,99. 16 cm x 16 x 32), 2336 piezas con todos sus accesorios en miniatura, uno de los mejores regalos que puedes hacerle a un aficionado, eso si, siempre que tenga paciencia. Y esto no va a parar. La oferta editorial alrededor del coche más sexy del mundo crecerá y crecerá como su leyenda y la demanda.
A Hollywood siempre le gustó el Defender. Aun en cartelera la tercera entrega de The Equalizer, protagonizada por Denzel Hayes Washington (68) que en su personaje de Robert McCall, en las primeras escenas, tiene que pelearse con un malo malísimo italiano que aparece en pantalla conduciendo un Defender. No falla. Rodar un anuncio, una sesión de fotos para una revista de moda y meter un Defender de atrezo es éxito seguro.
El presupuesto para hacerse con un Defender en buen estado de conservación puede estar entre 30.000 y 50.000, aunque si el lector busca encontrará algunos que andan por 3.000 euros. Andan pero sin garbo.
Algunas preguntas frecuentes: ¿Cuánto durará la fiebre? No se trata de un calentón de temporada, porque el Defender a diferencia de los viejos Porsche, es más práctico, puedes hacerte con alguno por no mucho dinero y no son ostentosos. ¿Es el viejo Defender un coche cómodo? Rotundamente no. Es un coche muy, muy incómodo. ¿Es un coche para solteros o divorciados? Eso, ya depende de cómo sea tu familia. Una buena opción es tenerlo como segundo coche. ¿Es el nuevo Defender una opción? El nuevo Defender es un coche razonable. Lo razonable suele ser poco seductor. El viejo, el Defender herrumbroso de los forestales, no tiene nada de razonable, por eso es sexy.