Forbes 74 / Junio 2020
En la sección de oportunidades hay gangas. Las rebajas se evaporaron pero las oportunidades andan allí. Esperándote.
El oportunista es el que ve un hueco y se cuela. Para algunos va de listillo, pero si no hace trampas, yo es cuestión de hacerle de menos y tirar de diminutivo. Es listo.
Mi olfato me dice que es tiempo de oportunidades. He aprendido mucho estos días. Los mejores en lo suyo me dicen que el bicho ha acelerado los procesos, que ha sido como en Regreso al Futuro 2, que hemos caído de golpe cinco años más adelante. Hay oportunidades en este viaje. Los que mejor aterricen, como siempre, como con los dinosaurios, los más flexibles, saldrán antes a la carrera. Si te pilla con reuma, si prefieres conservar que imaginar, si te compensa más lo que tienes que lo que puede pasarte, es probable que no llegues a la final. Pero son tiempos de oportunidades, estoy seguro, y para un empresario –yo hace años que soy editor– el futuro es prometedor. Te lo prometo.
“¡Qué oportuno es usted! ¡Qué bien me viene!”… Escribe el dramaturgo para engarzar la trama en la comedia o el suspense. Hemos vivido días de suspense. Aún queda algo, pero no se asusten.
Son tiempos de oportunidades, tiempos vitales, tiempos de trabajar y quitarse la piel seca que se acumula en la dermis, de perder peso, de hacer equipo. Son tiempos, muy oportunos, para hacer empresa, para crear riqueza, para hacer país. Son tiempos para aprender y compartir lo aprendido.