Junio 85 / Junio 2023
No soy yo –fundador, accionista, editor y director– a quien le corresponde responder. Pero esta condición de emprendedor y gestor no me impide saber que en Spainmedia hay cosas que mejorar. No somos una empresa cómoda. ¿Por qué? Porque cada noche nos vamos cada uno a nuestro cubil con mucho trabajo por acabar. Somos editores, generamos contenidos, mantenemos puentes abiertos que conectan con audiencias diferentes, gente cada vez más interesada en materias y experiencias distintas, que tiene muchas cosas en común y otras no. Desde hace 16 años, somos una editora –sin ser una start up– que mantiene el apetito por agregar talento y arriesgar en su liderazgo. Somos un referente y revalidarlo es alta competición.
Tenemos defectos, claro. Trabajamos mucho. Contamos con los medios imprescindibles para una editorial independiente. En ocasiones parecen pocos, pero son suficientes. Ir en un barco más grande cambiaría nuestra forma de navegar. Somos por vocación un velero robusto, pero pequeño y manejable. Se puede cruzar el Atlántico a vela. En estos tiempos de revolución digital, se viaja mejor un balandro bien patroneado (y con una tripulación motivada) que en el Titanic.
Somos una de las mejores empresas donde aprender el oficio. Acogemos con cariño a cualquiera que se presente con ganas de comerse el mundo (os aseguro que, lejos del tópico, no es frecuente). Compartimos entre todos espíritu de equipo.
No perdemos tiempos en regañinas ni politiqueo barato. Las puñaladas las dejamos para las novelas de Pérez-Reverte.
Creo que veremos pronto la jornada de 4 días, aunque tampoco sé pronosticar cuándo. Nadie puede pensar que aquí –en comunicación y periodismo– la desconexión es fácil, porque las audiencias nunca se desconectan. Este es un trabajo sin horarios en el que es imprescindible descansar. Yo mismo me lo tengo recetado.
Estamos a la caza permanente de talento (si tienes talento y hambre de gol, escríbeme; intentaremos hacerte un hueco). ¿Es Spainmedia una buen empresa para trabajar? Quizá no tenga perspectiva porque crearla y dirigirla está siendo la aventura de mi vida. Les preguntaré a mis compañeros, a los que acaban de llegar, y a los que me ayudaron a fundarla, se fueron y están otra vez de vuelta en casa. Al fin y al cabo, una editorial es una casa y una casa es de toda la familia. Nuestra casa es como la de Up (la peli de Pixar): si la mimas, vuela.