Tapas 43 / Mayo 2019
¿Le salen las cuentas a los chefs?
Más o menos. La gastrononúa española se mueve entre la ilusión y la supervivencia, entre el autoempleo y la fama con espuma de Instagram.
Manuela Carmena me prometió unas croquetas en la que fue la mañana más lluviosa en lo que va de año, en los ‘camerinos’ del Auditorio Beatriz, situados en los bajos del edificio homónimo-arriba los foies de Cristina O ria esperaban que deja.se de llover-. La alcaldesa quiso inaugurar el primer Tapas Summit.
Carmena, en la mañana postdebate, café en mano, me dijo: «Nosotros también debatiremos. Ya hay uno anunciado en Telemadrid, pero yo no sé hacer eso, porque creo que los candidatos no se escuchan. A mí me gusta escuchar. .. y que me escuchen».
Alas 9.15 estaba fresca como una lechuga. La entrevisté en un sofá y presumió de las recetas que han colgado en los autobuses: «Yo creo que si montas en el autobús y ves que alguien ha colgado alli una receta por si te apetece, la ciudad es mejor». Yo también lo creo.
Food and Business Summit es el primer encuentro organizado por Tapas para hablar de pasta. De pasta fresca. De la que le gusta a los bancos, y a los lectores. Habrá más, el próximo será en otoño y se llamará Tapas Food
and Communication.
El festín de ponencias del primer Tapas Summit fue pantagruélico. Presentado l)Or el periodista Javier Ruiz, comensales y cocineros afilaron los cuchillos. Roberto Bodegas, socio di.rector de comunicación de KPMG. moderó la mesa. Y el menú degustación estaba compuesto por las ideas gastronómicas de Diego Guerrero, Mario Sandoval y Nacho Manzano (con prisas porque perdía el vuelo). Para la digestión, dos canciones: Plumita, el nuevo tema de Silvia Pérez Cruz (si la siesta es coplera) y el regreso de Springsteen (si es más campestre el sueño) con Hello su.nshine, el entrante de su nuevo álbum Werstem stars.