La verdad es que me cuesta imaginarlo, pero creo que si hubiese nacido mujer… me gustaría tener secretos sólo míos. Contarle algunos a mi madre, pero sólo algunos. Me haría feliz que cocinasen para mí, pero también que me llevasen al McDonalds. Y que ninguna de las dos cosas se convirtiese en costumbre. Me gustaría ponerme un vestido de novia sin ningún plan de boda en la cabeza. Gastarme más pasta de la que debo en unos zapatos. Estar sola (sólo cuando yo elija). Desayunar en la cama y llenarla toda de migas (pero bien pensado, ¿quién las recoge?). Que me hagan llorar de la risa. Vaciarle el bolso en la cabeza al tío que me acaba de pitar con el coche.
Me encantaría hacerme la tonta con quien me interese. Dejar a alguien plantado. Espiar a mi compañero cuando se va de farra con sus compañeros de cole. Dejar sin contestar los wasap para aplicar estrategias. Bailar bajo la lluvia. Pasear sola por la noche. Cambiar de sitio los muebles de casa según mi estado de ánimo. Dejarme crecer las pestañas. Pensar que un tinte de pelo puede cambiar el rumbo de mi vida. Escribir un editorial como si fuese un hombre. Y qué sé yo; puestos a imaginar, encontrar un carmín que me dure todo el día.
Cambiar la foto del carnet de identidad a diario. Tumbarme al sol sin quemarme. Volver a tumbarme al sol. Aprender artes marciales. Tener admiradores y no enterarme nunca de que los tengo. Ser rubia una vez en la vida.
Que me acompañen a comprar lencería y verle pasar un mal rato frente a la vendedora de Women’ Secret mientras la elijo. Que la pague él. Que mi suegro se enamore de mí. No dejarme atrapar por mi suegra. Presentarme por sorpresa en su trabajo y sacarlo de allí con cualquier excusa. Me gustaría también que adivinase lo que pienso, para en cuanto lo adivine cambiar de opinión.
Levantarme más tarde que él. Quitarle sus camisas. Coger en autostop a Brad Pitt –cámbiese el mito sexual a discreción– y bajarle en medio de la carretera antes de llegar a su destino. Llegar tarde a una cita con Bobby De Niro. Comprar Harper´s Bazaar porque es grandota, no cabe en el bolso y tiene un papel que no brilla. Recomendarla porque no me trata como una tarjeta de crédito con piernas. Leer revistas de hombres. Mejor dicho: comprarle Esquire y leerlo juntos. La revista para mujeres que más gusta a los hombres.
Artículo publicado en Esquire por Andrés Rodríguez