“Sólo vengo a entregar una pizza” grita el pobre rutero, antes de que se conozca la sentencia del Supremo que ha dado la razón a Isaac Cuende y que hace a los riders trabajadores de pleno derecho. La portada de El Jueves del miercoles 16, editado por Ricardo “RBA” Rodrigo (74), se hace eco del “Pánico Okupa”. Meto aquí una morcilla para rendir mi homenaje al dibujante Fer, autor de la serie Puticlub, que nos dejó hace una semanas. Cuando El Jueves lleva un tema a su portada es que la calle ya mastica la conversación. ¿Quién no se ha imaginado estos días la impotencia de no poder echar a una panda de indocumentados, mugrientos, de su casa?
“No sé quién está detrás de esta polémica, si es la falta de noticias, o si se trata de una estrategia bien dirigida” me cuenta al teléfono Laura Gonzalvo, directora de comunicación y RSC de Securitas Direct.
El Congreso tumbó ayer la moción de Vox que exigía penas de cárcel para los “okupas”. Gabriel Rufián, locuaz como suele, tiró de datos para desinflar el problema de la ocupación en Espana, explicando que una de las claves está en entender la diferencia entre ocupación y allanamiento de morada (0,060% de las viviendas). La sosegada Cafetera de Fernando Berlín dedicó el programa del jueves, con el hashtag #LaCafeteraPreOkupa a deshinchar el entuerto.
Los medios hemos explicado este tema muy mal. Como tampoco deberíamos estar alarmando a la clientela narrando al segundo la lista de contagios. Muy de acuerdo con la opinión de Casimiro García-Badillo en La Brújula de JuanRa Lucas. Me preocupa la poca autocrítica que tenemos los periodistas. Me adjudico la que me toca.
Está claro que la asociación del movimiento okupa y Securitas Direct es confusa, incorrecta, pero tiene una explicación fácil. Securitas Direct tiene copado el espacio comercial de la antena radiofónica española. “Es consecuencia de la creación de categoría”, me cuenta Laura. “Cuando nadie usaba dentífricos en España también nos bombardeaban con publicidad de pasta de dientes”.
Yo creo que no es solo eso, es también que hay una correlación directa entre impacto publicitario radiofónico y venta de alarmas. Si uno escucha los programas de actualidad de la mañana y la tarde se encontrará una creatividad publicitaria que empuja al miedo. No solo en formatos tradicionales, sino también en microespacios conducidos por los propios presentadores. Julia Otero en Onda Cero participa a menudo en ellos, tan solo por citar a un nombre, sin intención de responsabilizarla de nada, desde luego.
Esta creatividad publicitaria debe ser muy eficaz porque Securitas Direct es el líder del sector en España con un 65% de penetración, muy lejos de Prosegur y otras. ¿Se debe regular la publicidad de alarmas? Creo que no. En todo caso, los dueños de los medios, siempre en crisis por sus ingresos, deberían decidir qué publicidad aceptan y cuál no. El propietario y también el director de un medio de comunicación es el responsable de lo que se emite, no solo de su contenido, también de lo que dicen sus anunciantes.
¿Debería Securitas Direct, y otros competidores suyos, replantearse muy seriamente por qué están siendo erróneamente acusados de este “Pánico Okupa”? La respuesta es: desde luego. Tenemos en España los mejores creativos del mundo, recurran a ellos, y seguro que encuentran estrategias mas eficaces como dar sustos a los clientes para promover la compra. Propongo al Club de Creativos, al que pertenezco, que en su próximo congreso de San Sebastian (8 al 10 de octubre), debata sobre problemas como este que afectan a la conexión del oficio con la sociedad. Cambien la creatividad, es mi consejo. Reduzcan presencia en la antena. No tarden en hacerlo o perderán clientes. El miedo no tiene una correlación directa con la estadísticas. Vivir con miedo es ser menos libres.
Un pequeño perfil del sector. Su penetración es del 8% cuando en otros países alcanza el 20%. Securitas Direct es el líder del sector en España con una penetración del 65%, pero atentos a Telefónica que el año pasado compró el 50% de la división de alarmas de Prosegur y muy pronto las ofertará en paquete con Movistar Plus o la fibra óptica. Para desarrollar este nuevo negocio Telefónica pagó 305 millones de euros. Tiene sentido cerrar el círculo.
En España operan dos empresas bajo la marca Securitas. Una, liderada por el asturiano Zacarías Erimias, consejero delegado de Securitas Seguridad España que se ocupa de ofrecer soluciones de seguridad para empresas, ciberseguridad y sus derivados, digamos que “de puertas para adentro”, aunque la expresión se las traiga cuando hablamos de cacos. El presidente ejecutivo para Iberia y Latam de Securitas Direct es Antonio Anguita.
Securitas Direct es la otra y forma parte del grupo Securitas Direct Verisure, el proveedor de alarmas conectadas para hogar y negocio líder en Europa. El origen del grupo Securitas Direct Verisure está en Suecia, donde la compañía se fundó como parte del grupo Securitas en el año 1988. A día de hoy su oficina central se encuentra en Suiza y opera en 16 países. En 2006 Securitas Direct salió a bolsa en Estocolmo y se independizó por completo del grupo Securitas (un poco de lío, ya sé). En 2010 nace Verisure. A día de hoy se mantienen dos nombres Securitas Direct para Iberia y Verisure para el resto del mundo. Algo así como el contrato que tiene los Rolling Stones con la revista Rolling Stone para no pisarse la manguera.
Vivimos en uno de los países más seguros del mundo. Pocos se acuerdan cuando de verdad había cacos callejeros -puede recuperar el lector si es de su interés mi columna publicada en El Español titulada ¿Te acuerdas de los macarras?–. Este es un negocio de apenas 20 años en España. Entonces había serenos, vigilantes nocturnos y alguna que otra “mafieta” para vigilar las obras y que por la mañana nadie te hubiese birlado los materiales.
La Alarma que nos gustaba a todos de chiquillos era la Jaime Asua (guitarrista habitual de Sabina) y el gran, gran autor, Manolo Tena. Su canción Esta noche, himno a la hierba prohibida, no la editó Polygram y fue el maestro Paco Pérez Bryan el que la convirtió en un himno para todos al elegirla de sintonía de su programa El Búho Musical.
Como botones, becario, aprendiz, chico de los cubatas empecé allí mi oficio y aún recuerdo cómo cada noche insertaba la cinta en el magnetofón antes de que llegase Pedro Lozano para que la sintonía estuviese lista a las 11:55. La última vez que vi a Manolo Tena fue en una cafetería de la calle Ortega y Gasset esquina Montesa, a la hora de desayunar, una mañana de marzo del 2016, lideraba una pandilla de amigos que celebraban su entrada en el local. Parecía fresco, contento de que la cuadrilla se alegrase de verle. A las pocas semanas falleció y se forjó su leyenda.
Para que el lector tenga toda la información tengo una alarma en casa. Me han robado cuatro o cinco veces en casas distintas. No tengo miedo. Estoy orgulloso de vivir en uno de los países más seguros de Europa. Soy cliente de Securitas Direct. Me asusto si salta la alarma de casa o me hablan desde la centralita al aparato que tengo en la cocina. Y duermo tranquilo, pero no es por ellos, es porque me educaron bien.