La crisis entendida como oportunidad es la clave. Los medios de comunicación viven la taquicardia de la revolución digital. Estamos, como las madres con adolescentes, siempre alerta. A la caza y captura de nuevos modelos de negocio.
Pero… ¿Y si el futuro modelo fuese la ausencia de modelo fijo? Es más que probable que los nuevos tiempos obliguen, nos obliguen, a que los medios de comunicación convivan con la inestabilidad financiera, publicitaria y también laboral. Tenemos mala memoria porque no es nuevo en el sector. Tras el ‘boom’ vivido en la Transición, la inestabilidad es la compañera de cama de los media.
En el número de septiembre de Monocle su fundador, el canadiense Tyler Brûlé (estrella invitada en el próximo congreso de editores que se celebrará en Las Vegas, el FIPP, a mediados de noviembre) apunta en su carta editorial algunas pistas. Además de los Monocle Films y Monocle Radio, Brûlé, que también dirige el estudio creativo WinkCreative en el piso de arriba de su redacción, avanza nuevas conferencias urbanas, su apuesta por las newsletters y el podcast (Monocle Minute).
En definitiva, información segmentada. ¿Salvará la microsegmentación a los media? Si no la salva, desde luego, nos tiene que ayudar.
Atención a la propuesta de Charo Marcos y su newsletter bautizado Khlosletter. Te la recomiendo, bien diseñada y fácil de digerir. Marcos se pega buenas madrugadas cada día para hacerte, si te suscribes, un buen resumen de lo que debes saber. Y tú dirás, eso es lo que hacen todos. Claro, es que en los media no se trata de inventar la rueda, sino de que la rueda ruede.
El Confidencial ha arrancado esta semana ECPrevium. Se trata de un avance de contenidos “exclusivos”, anticipado para suscriptores o para lectores registrados. Busca, en definitiva, crear una base de datos suficiente para que los anunciantes quieran invertir en ella. La cuota de inscripción es, en este caso, elevada, 120 euros al mes con bonificaciones si el enganche es anual. En mi opinión, aún estamos lejos de autofinanciarnos con suscripciones.
Las oportunidades son muchas. Recuerda que la era digital abre un universo infinito de posibilidades parecido a lo que el punk aportó al pop a finales de los setenta. ¡Hazlo tú mismo! Si te animas a lanzar un medio, el crowdfunding (pedir microsubvenciones a los que creen en tú proyecto) sigue siendo la mejor herramienta. Pedirle pasta a la familia tiene consecuencias directas en tu próxima cena de Navidad.
Pero ojo que el gran reto, aunque España sea especialmente perezosa para eso, no es levantar la financiación. Lanzar un nuevo medio implica necesariamente imaginar su audiencia. Que la audiencia te ayude a financiar tu idea es una de las ventajas de la sociedad digital. El crowdfunding se consolida como la llave de la emprendeduría mediática. EL ESPAÑOL fue pionero en nuestro mercado. Uno de los últimos proyectos es el de Guillermo López, al frente de la revista Salvaje.
El crowdfunding te ayudará en el impulso pero poco más. La consolidación del proyecto no puedes dejarla al albur de su lanzamiento. Sería ilusorio. Piensa que entre una donación para un proyecto que mola, que suena bien, que te hace moderno frente a los colegas si lo apoyas, y un compromiso permanente, hay un buen trecho. Contempla también que una cosa es ilusionar a alguien y otra mantener una relación permanente con él, pero si te animas la plataforma Kickstarter te ayudará.
Estos son algunos de los últimos proyectos que han nacido con el motor de combustión del crowdfunding. Tortoise en Londres levantó 600.000 euros sobre una idea: “Las noticias se han convertido en ruido”, explica el cofundador del proyecto, expresidente del Wall Street Journal, Katie Vanneck-Smith. Periodismo lento nacido a finales de 2018, que arrancó con una base de 2.500 suscriptores con una membresía bianual de 280 euros, hoy están cerca de los 12.000.
El proyecto de crowdfunding más grande de Alemania, el berlinés Krautreporter, nació en 2014 y en solo cuatro semanas levantó 1 millón de euros gracias a 17.000 voluntarios. La razón de ser era la independencia periodística. El último año consiguieron facturar 600.000 euros con una cuota de suscripción mensual entre 5 y 9 euros o anual de 106. El director Rico Grimm está orgulloso de la participación de la audiencia: “muchas de nuestras mejores historias las hemos encontrado a partir de la pregunta de un suscriptor”. Ese es otro de los problemas: una cosa es apoyar un proyecto y otra comprometerse diariamente a mantener viva la llama.
El consejo final es: trabaja el nicho. Las grandes audiencias pronto formarán parte del museo de la publicidad. Tiradas pequeñas, líneas editoriales rotundas. Un último ejemplo, el de Unbound Publishing en Londres que levantó casi 9 millones de euros en el 2011 para abrir el mercado a cualquiera que quiera publicar y autoeditarse. Hasta la fecha Unbound ha publicado 270 libros. Qué buena noticia.