Sonríe. Haz gimnasia. Estira los músculos. Vive, y deja vivir. Abrázame. Relaja el diafragma. Pierde un poco el control. Abandónate. Libera tus nervios. Táchalo todo. Chasca los dedos. Respira profundo. Piensa distinto. Véndelo todo. Expira de golpe. Cambia de planes. Llora de risa. Rebaña el plato. Cuélate en el metro. No devuelvas ese libro.
Llámale otra vez. Despiértalo de madrugada. Haz pellas. Cuenta una mentirijilla. Bírlale el periódico al vecino. Salta a la comba. Rompe las reglas. Sirve tú la mesa. Ofrécete voluntario. Ponte de burro en el churro, en la mediamanga, y en la mangotera. Inventa tu currículo (pero sólo lo justo). No dejes propina. Fotocopia esa tesis. Hazte objetor. Usa el usted. Vete sin pagar. Afila el lápiz. Chúpate los dedos. Llora por la calle. Rompe tu pasaporte. Invítala a cenar. Deja una propina más grande que el precio de la cena. Eructa sin miedo a que te miren. Vente a cambiar cromos a la plaza del metro Quintana. Empéñalo ya, no lo pienses más. Haz dedo e invéntate quién eres. Cuélate. Salte de la pista.
Vuelve a leerlo. Sorbe los mocos. Haz ruido con la cuchara. Pellízcame. Ronca a pierna suelta. Fúmate un cigarrillo (más). Bebe a morro. Arranca esta página en medio del silencio de la biblioteca. Límpiate con el puño de la camisa. Deja que te manteen. Pasa de madrugar. Repite de helado. Préstale los zapatos a ese mendigo. Duerme desnudo con ella. Vente a dormir.
Llena tu vaso. Dúchate vestido. Date un capricho. Vístete de mujer. Ponte el reloj de tu padre. O invéntate una nueva vida.
Lucha por algo que no tenga ningún sentido. Planta un esqueje. Brinda por los tuyos.
En 2050, si tú y yo lo vemos, seremos 2.000 millones de homínidos más. Qué buena noticia para el debe y el haber. Cuando en 2100 tus hijos luzcan la barba cana serán 11.000 millones y seguirá siendo complejo encontrar pareja.
Brinda conmigo y disfruta el segundo hermano mientras tiras esta revista lo más lejos que puedas. Si es que te quedan ganas.
Escríbeme.
Artículo publicado en Esquire por Andrés Rodríguez
