El empacho de directos en el que vivimos, de Instagram Live, es directamente proporcional al confinamiento que padecemos. El formato parece quemarse y sólo lo salva el interés del entrevistado, la fluidez de la conversación, quizá la habilidad del entrevistador (que no es mi caso) y si es posible, generar algún que otro titular.
He aprendido mucho estos días de “directos” en la red en los que Facebook se lleva el negocio y nosotros generamos contenidos. Todo queda en la red, sin editar, para ser compartido. Yo uso algunos trucos, empiezo proponiendo alguna sugerencia, un libro, unos discos, alguna que otra pista. El jueves, el Día del Libro, me dio por leer un poema de Ángel González que comenzaba así: “Ayer fue miércoles toda la mañana. Por la tarde cambió: se puso lunes…” En Instagram los lunes y los miércoles se parecen, ya lo intuía González.
Llevo mal el síndrome de la culpa tecnológica que consiste en “sentirme culpable cuando la videollamada se cuelga y pienso que es por mi culpa”. Con el editor de Forbes Argentina hasta cuatro intentos, que son como los pinchazos del torero en Las Ventas, silbados por el 7. Tuvimos que aplazarlo 24 horas. ¡Ay el matador si pudiera aplazar la estocada cuando pincha en hueso y vuelve a pinchar y vuelve a pinchar…”.
Creo que hay material ahí para un artículo futuro. Como no puede ser de otra manera me visto para conectar los Forbes Live, pienso qué reloj me pongo y qué pluma usaré para apuntar preguntas de los ¿espectadores?, ¿usuarios?, ¿lectores?… amigos. No es fácil incorporar las preguntas porque según entran se las chupa el programa, en un túnel de viento vertical, a toda velocidad.
Nada de zapatillas de estar por casa. Coloco siempre el mismo fondo, mi estantería Mecalux, y he pensado tres veces qué libros quería enseñar: mi colección de Richard Avedon. No dejéis de ver el meme, mi favorito estos días, del que vende estanterías de pega para periodistas, escritores, intelectuales de variada especie, para los directos de Instagram por 159 euros. Muy bueno. No sé de qué se extrañan, los libros huecos, de pega siempre estuvieron a la venta en la sección de muebles de El Corte Inglés. Yo he visto a gente comprarlos. No miento.
Me gusta cuando luego me llaman los entrevistados. No es cuestión de vanidad. Me gusta porque se rompe el Black Mirror y charlamos, no de lo que no quisimos o no hubo tiempo de comentar en directo, sino de sentimientos, de frustraciones, de ilusiones y que cuando nos veamos, que será pronto, nos beberemos no un vino, sino ese vino bueno que siempre guardo para una ocasión, y la ocasión la voy postergando.
El primero fue Íñigo Meirás, Forbes Mejor Ceo 2015, entonces al frente de Ferrovial, y ahora al frente de Logista (y siempre me gusta recordarlo, también en el Consejo de Bodegas Rioja Alta). El segundo (el orden fue construyéndose al principio de manera) fue Jaume Miquel, Ceo de Tendam (Cortefiel, Pedro del Hierro, Springfield, Women Secret). Charlamos de la última vez que nos vimos, en la entrega del premio a Pablo Isla del Forbes Mejor Ceo de la década.
Recordamos el corrillo en el que Miquel y este periodista le preguntamos a Isla (nadie hablaba de los ERTE entonces) por la apertura de las fábricas en China. “Están comenzando a autorizar a la población regresar. Escalonadamente”, nos contó Isla, “de 100 en 100 millones”. De eso hablamos en la videoconferencia y también del futuro, claro, cómo no.
Abel Matutes charló conmigo el pasado martes. Este año se estrena como presidente del Grupo Palladium, y tomó el testigo de su padre “Don Abel”, cuando se cumplen 50 años de la compañía. “Espero no ser yo el gafe”, me dijo entre risas. Las risas funcionan en los directos porque lo que funciona de verdad es la espontaneidad.
“Tenemos las reservas abiertas pero lo peor es no saber cuándo podremos abrir. El mercado ibicenco no se sostiene solo con el turismo nacional. Es importante saber cuándo las líneas aéreas comenzarán a fletar vuelos a la isla. Sin vuelos no habrá turismo pero soy optimista, si no abrimos tarde todavía podremos recuperar algo la temporada. Otra cosa es el Caribe”. Le di las gracias por ser el primero, o el primero bis, qué más da, junto con Kike Sarasola en ceder un hotel a la Comunidad de Madrid.
Muy optimista, tranquilizador, conciliador, muy campechano, se mostró en el directo Antonio Huertas, presidente y Ceo de Mapfre: “Reuní al equipo de dirección nada más intuir la dimensión de la pandemia. Les propuse que no hiciésemos un ERTE. Y lo aceptaron. Toda nuestra gente está en casa, los vamos a necesitar para cuando esto pase”. 32.000 empleados, una estrategia global y una actividad en redes inusitada para un alto ejecutivo.
El ejemplo de Huertas es ejemplarizante. De un perfil muy parecido, humanista, próximo, es el alcarreño Javier Senent, presidente de Cruz Roja (uno de los que me llamó luego). “Hemos aprendido muchas cosas de nuestra intervención en la crisis del ébola. Cruz Roja Española está en el Junta de Directores y estamos muy cerca de nuestro colega chino que nos fue advirtiendo de la situación…”.
Desde Forbes, el domingo pasado lo expliqué en esta columna, hemos creado la Lista de las listas (Forbes List of The Lists) en al que cualquiera puede aparecer donando a partir de un euro. Javier Senent y su equipo en Cruz Roja, capitaneado en el marketing por Belen Viloira serán los receptores de lo que se recaude.
La digitalización de la medicina, el gran mantra de estos años, fue el tema de conversación con Iñaki Ereño, Ceo de Sanitas, “esta crisis ha despejado las dudas del paciente a la medicina digital. Esta tendencia está aquí para quedarse”. Desde luego.
Me reí mucho viendo al gato de Fernando Encinar, cofundador de Idealista y jefe de estudios del portal inmobiliario de referencia. “Tengo dos, ellos pensaban que era su casa y se han dado cuenta que también vivimos aquí”, me dijo. “¿Sabes una cosa que me he dado cuenta de lo bien que me llevo con mi marido, ya hace 22 años que estamos juntos y me gusta convivir con él”. Qué bueno sentir la humanidad de los altos ejecutivos. El formato da pie a eso si uno lo plantea así.
“Los precios de los alquileres se estabilizarán, no creo que bajen. Pero estamos abocados a una ciudad nueva… Nosotros veremos coches que nos vienen a buscar sin conductor porque los llamamos desde nuestro móvil y que luego se vuelven a grandes aparcamientos en las afueras. La ciudad va a cambiar mucho en los próximos años”. Y le pregunté por las redes, donde tanto él como su hermano (mucho más osado) se pronuncian sin temor a que les afecte al negocio. “Tenemos derecho a dar nuestra opinión como ciudadanos. Y si nos insultan pues bloqueamos. Así son las reglas del juego”.
Tiene más razón que un santo. Aprovechó también para recomendarnos algunas óperas para ver desde casa. Los dos somos patronos del Teatro Real.
José Antonio Llorente (LLYC) se conectó desde Miami, la pandemia le había pillado en NY “pero viendo cómo la ciudad se iba a resentir con el contagio nos vinimos aquí. Tengo vuelo para finales de mayo que es la primera fecha que me han dejado reservar para regresar a Madrid pero ya veremos”. Sus opiniones sobre comunicación y los retos de gestión de los 16 países en los que operan merecen una escucha atenta.
Álvaro Cebrián, desde casa claro, “no estábamos listos para la entrada del fondo LV -el fondo de capital riesgo de Bernard Arnault, el hombre más rico de Francia”. Los hermanos Cebrián, fundadores de El Ganso, y familia, le recompraron al fondo lo que le habían vendido. “Cerramos las tiendas de Londres, y ahora nos concentramos en Francia donde se entiende bien nuestra ropa”. ¿De qué marcas vas vestido? ¿Compras ropa de otras marcas? “La verdad, jeje, voy siempre de El Ganso. A veces con prototipos que me pongo para ver si al final, si no se me rompen, me decido a fabricar”. Qué grande.
Hablé con Alex Milberg, el editor y director de Forbes Argentina, desde el Barrio de Salamanca donde habito al Buenos Aires de Borges y María Kodama. “Toda la redacción está en casa. No podemos vender avisos -anuncios- pero hemos conseguido imprimir. La portada es un homenaje a la vida en Zoom”.
Miguel Vizcaíno, el señor de la Señora Rushmore, puso una pizca de sal con un directo en horizontal que acabó con los dos tumbando los teléfonos al grito simulado de “¡Basta Ya! El que hace la llamada al otro por estar arriba no es el que manda”.
Hablamos de la Gran Vía, de el DelDiego como el refugio etílico para cuando el equipo, el gran valor de la agencia, se derrumba porque el cliente no les ha “comprado” una idea. Y de que “las agencias de publicidad son ente extraño, llevo escuchando que desaparecerán desde hace dos décadas pero aquí estamos”.
Forbes Live se ha convertido en un formato imprescindible para tomarle la temperatura a la economía nacional, al empresariado, y a los altos ejecutivos de este país.
Apúntese el lector: el lunes 27 Dimas Gimeno, martes 28 Gabriel Escarrer para hablar de los retos del grupo Meliá y futuro inmediato del turismo, el miércoles 29 Miguel Carsi, Ceo de Toyota España. Todos a las 12. El miércoles por la tarde Fuencisla Clemares, directora general de Google. Y la semana siguiente Dolores Dancausa y Jesús Gil. No es nada personal, ya saben, son solo negocios.