Tres eneros hace ya que escribo que escribo esta carta cada vez que la luna se llena. Las nieves comienzan a poblar mis sienes pero el entusiasmo crece sin parar. Esquire ha sido recibida en España como la revista de referencia para el hombre moderno, el que maneja y lidera este complejo y exquisito país de países en el que nos pirra vivir. Nuestro modesto éxito no ha sido mérito nuestro. Al menos no todo. Si en algo hemos acertado (con la humildad del que sabe que el periodismo es un oficio y no un arte) ha sido en detectar que los hijos del baby boom hace tiempo que mutaron, sofisticaron sus papilas gustativas y afilaron su olfato: querían gustar y gustarse; se habían cansado hace años del sexo al peso.
Y en esas estamos, redefiniendo cada minuto, cada segundo, el rumbo de Esquire en busca de nuevos puertos, cuando hemos decidido embarcarnos en otra singladura: Harper’s Bazaar Spain, la revista de moda femenina más antigua del mundo, la cabecera de moda más inteligente del mercado editorial. Soltad amarras. Ahora vamos a por vosotras, las mujeres, lectoras y compañeras de viaje que habéis dicho a vuestros hombres: “Esquire es tu revista”.
Pues bien, es ahora cuando os necesitamos. La próxima primavera, para orgullo de anunciantes exigentes y quiosqueros de barrio, aterriza Harper’s Bazaar en España, una revista para mujeres que buscan algo más que desgastar la banda magnética de su tarjeta de crédito. Corran la voz. Y gracias por el boca a boca. Feliz año Bazaar.
Artículo publicado en Esquire por Andrés Rodríguez