Cinco mesas para cerrar un negocio en Madrid

Que la prensa es un estómago agradecido se aprende en primero de periodismo. Y que los negocios en España se cierran siempre delante de un buen comercio y mejor bebercio se aprende en primero de ESADE. Lo que nadie te enseña en la universidad es a elegir la mesa adecuada para cerrar un trato. Cada negocio necesita un chef distinto, un atuendo propio, un menú diferente. ¿Truco o trato? A continuación cinco mesas en Madrid (pronto escribiré el de Barcelona) para cerrar buenos tratos sin truco y buenas digestiones.

Amazónico

Acaba de abrir en Londres (Berkley Square) frente a las oficinas del fondo Blackstone, gracias al talento de Sandro Silva y Marta Seco y la inversión del turco Ferit Sahenk.

¿Que negocio puedes cerrar en Amazónico? Te propongo alguno fashion, que tenga que ver con la moda, o alguno que te traigas de provincias a la capital. Sandro lo explica bien, “Amazónico es un lugar para dejarse ver”. Si eres fashion, fundaste un agencia de comunicación y acabas de captar un nuevo cliente este es el sitio. Si eres un empresario que tiene su negocio fuera de la capital y quieres demostrar que manejas la ciudad, Amazónico es el sitio.

Vino recomendado: Malleolus 2015, el gran ribera de Emilio Moro. Atentos al libro del bodeguero José Moro en el que cuenta la historia de la bodega, presentado esta semana en Madrid en el Teatro Real (Si los sabes escuchar, el vino te habla. Ediciones Gestión 2.000).

Urrechu Velázquez

Manuel Marrón, empresario, copropietario y fundador de GILMAR junto a Jesús Gil hijo, es el alma máter de los Urretxu (el de Pozuelo y el de Velázquez) y de otros restaurantes más. Marrón tuvo a bien esta semana de explicarme con el brillo en los ojos de un chiquillo, ante la atenta mirada de su hijo pequeño: “Me educaron para trabajar en un banco pero los libros me salvaron la vida”. Manuel comenzó como vendedor de enciclopedias a puerta fría, se destetó vendiendo Los Ángeles de San Rafael y hoy es uno de los empresarios más conocidos de la ciudad.

Cerrar un trato zampándose una de sus filloas garantiza que el plan de negocio tendrá números negros. En la dirección Iñigo Urrechu, ex Martín Berasategui, que también lidera El Cielo de Urrechu con sus dos plantas.

Mi mesa favorita en el de Velázquez, antes el NODO de Benjamín Calle, es la mesa con el ventanal que da al jardín, con su sofá acolchado de espaldas a los bambúes.

¿Qué negocio cerrar allí? Un trato inmobiliario sería provocar al dueño y eso no se hace, pero un negocio en el que se cerrase la importación de una nueva línea que ha triunfado en el Salón del Mobile de Milán… bien podría ser.

Vino recomendado: Un Magnum de Toro, el Pintia 2014 embotellado por Pablo Álvarez en Vega Sicilia. Eso sí, que te lo decanten que estará mas suave tras un rato oxigenándose.

Club Matador

“No fundamos el Club con la intención de hacer negocios”, me recordaba Alberto Anaut, “activista cultural”, tras una conversación televisada en el desolladero de Las Ventas con Rubén Amón para el Canal Toros este jueves. Charlamos de toros y comunicación. Tenía razón pero claro que se hacen negocios en el Matador.

Mi favorita es la mesa compartida del fondo, transmite confianza y se siente uno protagonista de un siglo XXI cosmopolita y abierto. También me gusta mucho usar la sala reservada para doce comensales y la barra del sushi bar tras la ya “mítica” cortina roja de terciopelo. Solo para socios.

¿Qué negocio cerrar en el mejor club de Europa? Propongo uno de comunicación. El otro día en Las Ventas se me ocurrió que habría hueco para una agencia moderna de comunicación que metiese los hocicos en el enrevesado mundo de la tauromaquia. Sus clientes: toreros, apoderados, empresarios, comunidades autónomas, patrocinadores…

Vino recomendado: Belondrade y Lurton 2017. Su bodeguero, el francés Didier Belondrade, acaba de celebrar 25 años haciendo vino, es socio de Matador.

Zalacaín

La primera edición de Zalacaín El Aventurero (1908) preside la resurrección de Zalacaín en manos del Grupo La Finca de la familia Cereceda (dueños de Procisa). Con Carmen González en la dirección y el chef Julio Miralles en sus reservados es fácil no, imposible porque por eso son reservados, ver comer a Florentino Pérez y otros empresarios con nivel de palco. A mí me gusta mucho el jardín interior en terrazas, el trato de los camareros y la buena bodega.

¿Que negocio cerrar en Zalacaín? Una OPA, el traspaso de un jugador, la fusión de dos operadores móviles. Alguno que pida que vayas vestido con traje a medida de Daniel Yusty y su primo José Yusty.

Vino recomendado: Rioja Alta Gran Reserva 890. 2005.

Etxeko

El paladar de Berasategui y la pasión por el trabajo de la familia Matutes, unidos para revitalizar el peso gastronómico de la calle Velázquez. Hace apenas unos meses el Hotel Velázquez era un “hogar del pensionista del Barrio de Salamanca” con fútbol con proyecto y gin tonic en copa de balón.

Desde que llegó Bless, uno parece que pisa Manhattan y Martín ofrece su sabiduría gastronómica en uno de los vértices del triángulo formado por las tortillas sin cuajar de La Penella (los negocios que se pueden cerrar ahí son bastante informales) y las empanadas del Mallorca liderado por María del Carmen Moreno, tercera generación de una empresa familiar que nació cuando a sus abuelos Bernardino y María les tocaron 35.000 pesetas a la lotería (eso sí en el año 30).

¿Que negocio cerrar en Etxeko? La franquicia de Balthazar, el restaurante neoyorquino para el Madrid pijo.

Vino recomendado: K5 Txakoli de Karlos Arguiñano.

Artículo publicado en El Español por Andrés Rodríguez

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