Cinco frases que me han hecho sonreír esta semana

“Dame un alka seltzer, no me veo de influencer, que uno va teniendo ya una edad…” Es para mí la frase de la semana (eso sí junto a la voz de Pedro J, el jueves a mediodía, durante el consejo de administración de este diario, anunciando que EL ESPAÑOL ha cumplido su plan de negocio y hemos empatado las cuentas). Regresan Los Nikis. “Cuatro canciones totalmente nuevas” me ‘guasapea’ Joaquín Rodríguez, bajista, guasón, fotógrafo de conciertos, productor, flaco profesional y piloto de aeroplanos para Iberia. El vinilo, Menos de lo mismo Vol 1 lo editará en febrero el sello Sonido Muchacho veinte años después. Ya se admiten reservas, cuesta seis “pavos”. 

Jueves 20.30. La inteligentzia de la ciudad se apretuja en el bar Los Torreznos. Ríete de Cuéntame. En la barra hay tanta energía junta que la ensaladilla rusa planea tanto como el hachís en la Línea de la Concepción. Si te descuidas te la levantan. Todos con Rosendo que jura que ya no volverá a torear en “este Madrid que ni las ratas pueden vivir”. ¿Qué astros han de alinearse para que una ciudad quiera tanto a un artista? ¡Qué fácil parece y que difícil es!. Miguel Ángel Fernández, periodista, escéptico, guionista y exiliado al Levante de las pateras y los arroces, amigo de los de verdad, me cuenta que cuando rodaron la película Isi/Disi (2004) con Santiago Segura y Florentino Fernández fueron a ver Rosendo para que hiciese un cameo en un bareto. “Lo siento, es que eso de tener una cámara delante no es para mí”. Y no quiso.

Camina por la vida el cronista con la oreja puesta, radio escucha que te escucha, a ver que es lo pilla. Ríete tú del espía de La vida de los otros. “Vamos que el público de Rosendo ya tiene problemas de vejiga”. Lo escucho en la cola del baño de hombres del Wizink Center que esta vez se parece a la cola del baño para mujeres de cualquier concierto, siempre llena. La fotografía de los hombres y las mujeres haciendo cola para ir al baño en un concierto es la imagen menos sexy que se me pueda ocurrir. Ya, ya se que hay otras menos sexys pero no son para escribirlas en un diario que en solo tres años ya roza los 38 millones de usuarios únicos. El WiZink Center, (aún recuerdo como protestó Manolo García hace dos meses sobre su escenario: “¡Qué este sitio es el Palacio de los Deportes leche! ¡Que es así como se llama! Y ¡que es de todos… de la ciudad!”) que dirige con mano férrea, Paz Aparicio, estaba a reventar. La masa te llevaba en volandas por los pasillos como en los viejos tiempos del Pabellón del Real Madrid. ¡Que emoción!

Se apagan las luces y San Rosendo, canoso, mordaz, guitarrero, tímido de barrio, se despidió de su ciudad con tan solo tres temas de Leño. La camiseta más vendida del puesto de “merchan” era la de la banda de Mercado/Penas/Urbano. Tres temas son muy pocos Rosendo, tenlo en cuenta. Tampoco te perdono que solo hubiera talla XXL. Hubiera temblado Madrid con medio concierto de Flojos de pantalón y otro medio (yo hubiera encendido las luces entre parte y parte) de Leño. ¿Te imaginas la pasta que se embucharía Rosendo si decidiese girar solo con el repertorio de Leño? Piel de gallina al escuchar El Tren y Maneras de Vivir. Yo creo que esta ciudad se merecía saltar con Entre las cejas y La noche de que te hablé.

Si los que manejan la campaña de Manuela Carmena no anduvieran despistados con las redes (mejórese alcaldesa) la habrían sacado a presentar a Rosendo (64) que triste, como es él, se marcha a Burgos al pueblo de su compañera Esther. Llevan 41 años juntos. Cuantas cuerdas habrá visto romperse de su Fender Stratocaster. “Nos vemos pronto, quizá en la otra vida” nos dijo y se marchó. Veremos si no es una despedida a lo Talavante. A la salida, aún enfadado por no haber escuchado La noche de que te hablé, me doy de bruces con un cartel que anuncia un concierto de Ñu, la banda en la que Rosendo se destetó. No hay taxis.

“Debajo del cielo gris, ni abejas ni colibrí, no queda más que una pareja, la de la guardia civil” A la mañana siguiente me despiertan las fanfarrias a lo Kusturica que arropan la garraspera de Sabina en su regreso. Busca en Spotify Tiempo después y verás como los pies se te mueven y el corazón se te encoje un poco al ver lo pesimista y negruzco que anda el autor de Lavapiés en su último texto público. “Desde que se ha muerto el mar, la vida no tiene sal”. 

“Hay 365 días para discutir… pero las fiestas las podemos tener en paz”. La campaña viral que MRW/McCaan ha creado para Tapas y que la revista lanzó la víspera del Consejo de Ministros condal de Pedro Sánchez. La idea: el cava Sin Frontera  embotellado con uvas de Aragón y Cataluña, nace de la colaboración entre Luis Rodríguez, Miguel Bemfica, Marta Caseny, Eduardo Battiston y Marina Spetch. No te la pierdas.

Y para acabar. Mas frases para que si las cuelgas en twitter te suban los seguidores y tu vanidad crezca. Esta es del regreso de Los Nikis (tuve el honor de escribirles en 1987 la hoja de promoción de Submarines a pleno sol. Ya no hay hojas… pero aún hay promoción): “Llevo todo vintage. Me confunden con un hipsters, me confunden solo porque soy mayor”.

Artículo publicado en El Español por Andrés Rodríguez

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