Más allá del balconing, del Flower Power de Pacha, ya sin su inventor el pinchadiscos Piti Urgell (vendieron la marca y también, que pena, se dejó de hacer la revista), más allá de los quejicas que barruntan que cualquier Ibiza pasada fue mejor, en la isla blanca brota la energía del subsuelo.
Si tienes curiosidad por entender un poco más las razones de este poderoso imán de tendencias que los payeses llaman Eivissa, aquí te dejo cinco lecturas a los que podrías asomarte antes de zambullirte en Pou des Lleó (Pozo del León), donde cuenta la leyenda que manaba agua dulce de una gruta y allí metieron un felino para evitar que los piratas berberiscos se la llevaran.
El cascarrabias José Pla (Palafrugell 1897-Llufriú 1981) se navegó Ibiza y lo dejo bien escrito en su libro Mallorca, Menorca e Ibiza. “Soy un islómano” y así con solo tres palabras puso al orfebre Johannes Gutemberg de testigo de su pasión por las islas del mediterráneo.
A Ibiza no le dedica demasiadas páginas, imagino que no le resultó fácil moverse por los caminos de entonces, pero la primera edición de su libro, que la Fundación Plá, exhibió en 2002 en una exposición organizada por la Fundación La Caixa, aún puedes encontrarlo en Ebay a un precio razonable. Si quieres aterrizar en la isla este verano y sentirte diferente, si quieres que sobre tu toalla luzca algo más que el bronceador de grado 30, este es el título. Por cierto, la fotografía de portada es de Catalá-Roca, no está mal eh…
Ibiza Bohemia (56 euros Assouline). De acuerdo, es el típico coffe table book (que en cristiano quiere decir ese mazacote de libro que dejas en la mesa de tu casa para que vean las visitas que tienes inquietudes intelectuales pero que no hay quien lo mueva) pero cuenta muy bien de que va esta isla. Publicado el día de San Isidro del año pasado todas las revistas de moda lo hemos recomendado a bombo y platillo por dos razones: primera porque desde la península ni se huele lo que pasa en Ibiza, y la segunda, la menos “romántica” que nos daban las fotos gratis. Que daño hace la palabra gratis al periodismo. Su autor es Renu Kashyap, estilista y propietaria de Caramba Producciones, que pisó la isla por primera vez -alucinante- en 2012, y se ha convertido en una celebridad según cuenta la revista White Ibiza de lo mejor que se edita por aquí.
Blakstad, pilar de la ‘marca Ibiza’
El trabajo del arquitecto canadiense Rolph Blakstad (Vancouver, 1929) es uno de los pilares de la marca global Ibiza. ¿Por qué? Tras formarse en Florencia, un viaje a Marruecos le inspiró para fusionar la arquitectura tradicional de la isla con la visión norte africana de las casas de adobe. Para ambas culturas el sol era algo de lo que había que protegerse en verano y buscar luego en el frío invierno balear.
Rolf y su mujer Mary llegaron por primera vez a Ibiza en el 56 pero no fundaron su promotora hasta 1967 cuando los hippies descubrieron la fuerza telúrica del lugar. Blakstad edificóp su empresa sobre el argumento que la arquitectura pitiusa era la evolución local de la palestina y la fenicia. No es fácil encontrar algo bien editado sobre Blakstad, que continúa construyendo, ya en manos de su hijo, pero su estudio de arquitectura vende algunos títulos, el mejor : “La Casa Eivissenca”. Si tienes la posibilidad de comprarlo en persona en su estudio merece la pena, los cinco naranjos de la puerta son embriagadores.
Los días de Walter Benjamin en Ibiza han sido reconstruidos por el autor Vicente Valero (Experiencia y Pobreza. Walter Benjamin en Ibiza. Editorial Periférica) Te recomiendo para su lectura una buena sombra y un Flaó, postre local, si es posible que lo compres, antes de llevártelo a la playa, en la pastelería de Mari Vadell que lo lleva haciendo desde el año que Benjamin pisó por primera vez la isla. Benjamin hizo dos viajes, el primero entre abril y junio de 1932. ¿Te imaginas la isla entonces? El segundo entre abril y septiembre de 1933 (ahí ya se quedó el verano, debió organizarse mejor). El contexto de ambos viajes se sitúa entre su divorcio y la llegada del nacional socialismo al poder. Ah, y el sabor del Flaó, imagínatelo, con ralladura de piel de limón, anisete e hinojo (Foeniculum), con una textura parecida a la tarta de Santiago.
Carlos Risco, periodista, gallego, músico y nómada, me recomienda, y yo lo hago en su nombre, revisar cada mes las páginas finales de la revista de Usuahia “The IU Mag” (ya sabes el formato hotelero que ha agitado al isla con conciertos diurnos). ¿Por qué? Porque esta isla es un poco como Manhattan -también me declaro “islómano”- que vives aquí y cada día te enteras de algo nuevo y te preguntas. ¿Pero porqué diablos no me entero de lo que pasa? Porque como en Manhattan hay varias islas una superpuesta a la otra y a veces a ti y mí nos pilla embobados, boquiabiertos viendo la luz de Marte que, anoche roja de vida, se veía a la perfección en el campo.