Viajar es marcharse de casa, es dejar a los amigos, es intentar volar;
volar conociendo otras ramas, recorriendo caminos, es intentar cambiar.
Viajar es vestirse de loco, es decir «no me importa», es querer regresar.
Regresar valorando lo poco saboreando una copa, es desear empezar.
Viajar es sentirse poeta, escribir una carta, es querer abrazar.
Abrazar al que llega a una puerta añorando la calma, es dejarse besar.
Viajar es volverse mundano, es conocer otra gente, es volver a empezar.
Empezar extendiendo la mano, aprendiendo del fuerte, es sentir soledad.
Viajar es marcharse de casa, es vestirse de loco diciendo todo y nada en una postal. Es dormir en otra cama, sentir que el tiempo es corto, viajar es regresar.
Carta publicada en Voyage por Andrés Rodríguez