Escuché a Alberto García-Alix dejarse las cuerdas vocales explicando su exposición en la Tabacalera en Carne Cruda, el podcast de Javier Gallego. «Mi galerista no quiere vender esta foto. Me dice que no la enseñe, que los compradores no quieren ver esto. En este país caminamos hacia atrás». Según lo escucho me da vuelta el corazón y la voz aguardentosa de Alberto se me engancha en la esquina del cerebro donde se esconden los caprichos.
Encuentro el teléfono de Alberto y le mando un whatsapp. «Véndeme la foto». Me cita en su casa, me enseña sus pantalones de cuero de El Solitario, su nueva revista, la nueva editorial, Cabeza de Chorlito, y trato hecho. La fotografía que me acompaña en casa en escrituras como esta es un primer plano del escroto de un hombre con los testículos espachurrados.
Puro Alberto García-Alix.
Carta publicada en L’Officiel Art por Andrés Rodríguez