10 regalos insensatos para una Navidad enlatada

Confinado, ante la chimenea en la España vaciada, o sometido a la prescripción del algoritmo de Amazon, estarás como yo, pensando qué regalar. A continuación, una selección muy personal de diez regalos que quizá te ayuden a elegir, o a encontrar otros, o hacer tu propia lista y compartirla conmigo en las redes sociales. Ni siquiera son las cosas que a mí me gustaría que me regalaran, pero sí son las que he ido apuntando en una pequeña libreta con goma ante esa maldición anual que se repite: ¡No sé que regalarte, tienes de todo!

1.- Unas zapas siempre funcionan. Combinadas con un traje -¡Quién nos iba a decir a nosotros que aquellas botas All Star blancas que usaba Emilio Aragón (61) para presentar el VIP Noche con su traje hoy serían algo normal!-. Hasta el ejecutivo más antiguo hoy puede rejuvenecer con traje y sneakers. La diseñadora británico-jamaicana Grace Wales Bonner (28) firma para Adidas una colaboración que abre estas recomendaciones. Las Adidas Originals SL72 molan mucho (150 euros). No dejes de echar un vistazo a la colección de ropa para Adidas también, racial y fresca al tiempo.

2.- Al abandonar el tabaco se ha perdido el maravilloso gesto de dar fuego. Rascar una cerilla despacio o escuchar el click del encendedor (palabra mucho más delicada que mechero) fueron sonidos íntimamente ligados al proceso de seducción. Para los nostálgicos, los fumadores, o los que crean que hay que estar preparado por si alguien te susurra: ¿tienes lumbre, por favor?, el Dupont Le Gran Cohiba (1.110 euros) es lo último. Con una doble llama, una suave para interiores y otra fuerte para exterior, vestido con el célebre estampado de la caja de madera de Cohiba, no es barato pero seguro que no perderá valor en el futuro. Los caprichosos que no se duerman, la tirada es limitada, y los coleccionistas de encendedores y humidores son muchos.

Si eres fumador y buscas algo más barato Prosper y Martine Assouline editan The Impossible Collection of Cigars (900 euros), por su precio se deduce que el coleccionismo y el poder adquisitivo en torno al mundo de los puros se eleva, como el humo de las volutas.

3.- ¡Ay, los locos del Hi-Fi!, entre los que me encuentro, siempre bajo la maldición de encontrar algo nuevo, siempre condenados a pensar que se puede mejorar la escucha, ignorantes de que acabaremos como Goya sordos como tapias de cementerio. Para ellos la reedición del Bang & Olufsen Beogram 4000 c, una edición especial limitada a 95 ejemplares. Uno de los giradiscos (una palabra mucho más bonita que plato) ¡como de los setenta! El precio solo para enfermos del coleccionismo audiófilo es de 10.000 euros. Imagina las palpitaciones para decidir qué primer disco pondrías para estrenarlo. Yo pondría la cara B de Comuniqué, el mal entendido segundo álbum de Dire Straits que compré en 1978 por 600 pesetas en Simago. Blues inglés para un plato danés.

4.- Todos los años recomiendo uno de los libros de Monocle. Seguro que eres de esos que simpatiza con el proyecto de Tyler Brulé (52) pero que te cansaste de comprar la revista porque no te daba tiempo a digerirla. The Monocle Book of Gentle Living, (33 euros). Una guía para vivir más despacio, disfrutar más y ser feliz, es el título. Imposible quedar mal con este regalo. Si lo lees quizá mejores tu estilo personal, si no lo lees mejorará tu mesa del salón. Toda una lección para aquellos editores que aún esperan cuadrar sus cuentas solo con las ventas de quiosco. Yo ya lo tengo.

5.- ¿Qué tendrán los cuchillos, que por muchos que uno tenga siempre encuentra uno más afilado, más ergonómico? Dos sugerencias, los de mango de limonero de los hermanos Solsona en Pallarés, ahora en la tercera generación familiar, no son muy caros. Me encanta esa sensación de cuchillo rústico. Los precios entre los 9 de una navaja (no es de madera) lampista hasta los casi 90 de un cuchillo de mango de boj ensamblado a mano de 20 cm.

En el mundo del senderismo se han puesto de moda los “smart knives” (¿cuchillos inteligentes?). La marca sueca Mora (morakniv.se) vende unos cuchillos de bosque que empiezan en 40 euros. También venden navajas para niños. Recordad que el momento de tu primera navaja nunca se olvida. ¿Qué pensaría Freud de eso?

6.- El día que El País decidió excluir el boxeo de su cobertura, como diría Bryce Echenique, “se jodió el Perú”. Taschen edita el libro definitivo del fotógrafo americano Neil Leifer (77), 60 años de combates y boxeadores (Taschen 800 euros). Si Eduardo Arroyo levantase la cabeza. Uno de mis lugares favoritos es la biblioteca del Club Matador a la que Arroyo donó, parte, solo parte, de su colección sobre boxeo. Primero se lanza una colección de 1.000 ejemplares firmados por el autor (¡cómo le debe doler la muñeca a Leifer!) y luego, como Taschen acostumbra, ediciones normales. Mi foto favorita (la tengo impresa en tamaño 150 x 150) es la que retrata a Muhammad Ali en el Astrodome Houston de Tejas el 14 de noviembre de 1966 a las 20.00 h contra Cleveland Williams. Ali lo tumbó en el tercer asalto. La foto cenital es historia del siglo XX.

7.- Basta de excentricidades. Regalar calcetines es barato, útil y simpático. Mi propuesta: unos rojos de Anderson & Sheppard (70 euros). O, si eres “modernito”, unos de Gucci, blancos y con rayas deportivas, pero ya pagarás 130 euros por lucir logo. Paul Smith (74) nunca falla. El libro que recoge su trayectoria, dirigido por el exdirector de la revista Wallpaper, para Phaidon es un buen complemento si regalar calcetines te parece poca cosa.

8.- Llevarse de viaje (cuando nos deje el bicho) tus zapatillas de estar en casa puede ser engorroso. Los “slippers” (75 euros) de La Portegna se anuncian en el Financial Times, así que tienen ambición viajera. José Urrutia creó La Portegna en 2009 y tiene tienda en Madrid y Londres, visitarla merece la pena.

9.- La cuenta de Instagram Accidentally Wes Anderson tiene más de 1 millón de seguidores e incluye un texto del cineasta que bendice la intención. El libro Accidentally Wes Anderson (Wally Koval para Trapeze 30 euros) recoge las mejores fotografías de escenarios y objetos que bien podrían estar en sus películas. No es fácil crear un estilo propio, si te lo regalas quizá acaben decorando tu salón así y vistiendo traje de pana.

10.- Una provocación. Louis Vuitton, aún a la gresca sobre si se compra o no Tiffany, anuncia una nueva línea de negocio: fragancias a medida. 60.000 euros de vellón para que el maestro perfumista de la casa, Jacques Cavallier Belletrud (58) ponga su pituitaria al servicio de tu cartera. No parece de locos, es de locos. Pero no hay que olvidarse que entre 8.000 millones de homínidos hay muchos locos que no saben que con ese dinero se puede mantener una familia varios años.

Artículo publicado en El Español por Andrés Rodríguez

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